Colegio de filiación católica cómplice de secuestro y asesinato de menor; su padre busca hablar con el Papa: ‘aquí está su escuela’

Por: Redacción Revolución / 4 febrero, 2016

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(04 de febrero, 2016).- Hace casi tres años, Carlos Eduardo Martínez Gonzáles fue secuestrado al salir del colegio católico Montessori Toluca. Esto, a pesar de que el reglamento de dicha institución prohíbe a los menores abandonar el plantel  sin la presencia de algún familiar acreditado. Luego de seis meses de desesperada búsqueda, Alfredo Martínez, su padre, encontró el cuerpo del menor en el Semefo de Tenancingo.

El caso de Carlos Eduardo está repleto de impunidades. Es por ello que su padre, buscará reunirse con el Papa Francisco, pues él es la ‘máxima autoridad de la Iglesia Católica’ y el colegio de la misma filiación fue cómplice de este crimen, sostiene el señor de ahora 86 años, quien responsabiliza directamente a la escuela: “ustedes le entregaron a mi hijo a esas bestias(…) ese día se dejó salir a Carlos Eduardo porque autoridades, maestros y vigilantes de la escuela estaban muy ocupados en la Fiesta del Amor y la Amistad”, dijo frente a medios de comunicación el día de hoy.

Sobre el caso existe incluso una recomendación emitida por la Comisión de los Derechos Humanos (Coodhem) que la Procuraduría General del Estado de México (PGJEM) ha ignorado. Esto porque  el cuerpo del niño estuvo durante 6 meses en la morgue sin ser clasificado, mientras los familiares lo buscaban imparablemente. Según el  El Sol de Toluca, los criminales lo asesinaron sólo tres días después de capturado -pues su familia no pudo logró reunir el dinero exigido para su liberación- arrojándolo desde un puente en la autopista Tenango-Ixtapan de la Sal.

Hasta ahora, la sentencia a cuatro de los presuntos responsables ( liderados por Beatriz Alejandra Morales Sendo, quien era cercana a la víctima y al padre) no se ha dictaminado debido a que al caso se han asignado cuatro jueces y se han presentado toda clase de pretextos para prorrogar el proceso que debió llevar máximo dos años.

Por otro lado, la institución que permitió salir al niño (e incluso lo dejaron subir al automóvil de los secuestradores) tampoco ha recibido ningún tipo de sanción.

“La verdad es que el Estado de México se está ahogando en delincuencia y ahí están las estadísticas (…) quiero que me ayuden a sacar un pase para ir a ver al Papa y decirle ‘mire su escuela, ‘aquí está su escuela’ esta es una escuela de afiliación católica que ni siquiera tuvo la delicadeza de decirme “lo sentimos”, dijo visiblemente afectado Don Alfredo.

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