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Marinos irrumpen en domicilio y pese a aceptar que se habían equivocado de lugar, golpean sin detenerse al esposo de Jessica y se lo llevan; hoy sigue desaparecido
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(22 de mayo, 2018. Revolución TRESPUNTOCERO).- Pasada la 01:30 de la madrugada, José Daniel Trejo y su esposa Jessica Molina se encontraban durmiendo en su domicilio ubicado en Nuevo Laredo, cuando despertaron a raíz de los ruidos que comenzaron a escuchar dentro del patio de su propiedad. En ese momento dentro de la casa irrumpieron un grupo de seis hombres que portaban uniformes de la Marina.
En ningún momento se identificaron, mucho menos hablaron de una orden de cateo o de aprehensión, sin embargo, uno de ellos, de aproximadamente 1.80 de estatura, se acercó a ellos para interrogarlos, refiere un testimonio en poder de Revolución TRESPUNTOCERO.
Jessica narró que a ella le preguntaron a qué se dedicaba su esposo; “qué cómo le podaban, que si habíamos pedido comida para llevar, que a mi esposo le apodaban ‘Dani’, ‘Trejo’ o ‘Negro’ y que el trabajaba como mecánico reparando vehículos usados para venderlos”.
Ella asegura que uno de los marinos dijo que se habían equivocado de domicilio, pero el que iba al mando le gritó en algunas ocasiones ‘no te hagas pendeja’, ‘dinos a qué se dedica tu marido’, pero que al intentar responderles, comenzaban a insultarla.
También comentó que uno de los marinos comenzó a revisar el teléfono celular de su esposo, Daniel Trejo, y al entrar en la aplicación de WhatsApp, le dijo ‘mira, ya valiste madre’, y comenzó a golpearlo sin detenerse en distintas partes del cuerpo y sin que ella supiera que era lo que había encontrado ahí.
La denunciante también dijo que después de varios minutos de estar dentro del domicilio, los marinos se llevaron a su esposo y que a ella le advirtieron que no saliera de su vivienda porque de lo contrario a ella también se la llevarían detenida. Después se subieron en varios vehículos y se fueron, recordó.
Cuando Jessica salió de su domicilio se dio cuenta que el candado que protegía la puerta de la calle había sido roto de manera violenta y que además de esto, se llevaron el disco duro de una computadora que tiene una cámara de vigilancia, y otra máquina portátil que su esposo usa para escanear los vehículos que repara, a esto se sumaron los teléfonos celulares, tanto de él como de ella.
Mencionó que además de su esposo, los marinos también se llevaron detenido a uno de sus amigos, de nombre Gabriel Gaspar, originario de Oaxaca, quien estaba de visita en la ciudad, porque buscaba trabajo o la posibilidad de irse a Estados Unidos, pero hasta ahora ambos están en calidad de desaparecidos.
El anterior, no es un caso aislado. En Nuevo Laredo, de enero a la fecha, mes a mes se han incrementado las quejas por detención arbitraria por parte de elementos de la Marina, quienes, aseguran las familias, desaparecen a las víctimas y cuando llegan a ser localizadas es porque han sido semienterradas en brechas a las afueras de la ciudad.
“La Marina allana domicilios, detiene personas en la vía pública o dentro de sus vehículos y se los lleva. El resultado es una desaparición forzada y en ocasiones se finaliza con una ejecución extrajudicial”, afirman las familias de las víctimas.
Sobre la problemática, el presidente del Comité de Derechos Humanos de Nuevo Laredo, Raymundo Ramos, narra en entrevista para Revolución TRESPUNTOCERO que, a partir de enero las detenciones arbitrarias terminan en desaparición forzada y en algunos casos en ejecuciones extrajudiciales, siendo ya recurrentes en la región.
Siendo ya 43 los casos de desaparición forzada y ejecuciones extrajudiciales, las familias han realizado a partir de esta semana, un bloqueo en el Puente III Comercio Mundial de Nuevo Laredo y se ha extendido hasta el Puente Colombia.
Los manifestantes exigen acciones y respuestas contundentes por parte de las autoridades, ya que las 43 denuncias en la PGR no han avanzado. Además continúan pidiendo que los campamentos de la Marina sean investigados.
La semana pasada, la ONU-DH llevó a cabo una misión de observación a la ciudad de Nuevo Laredo, Tamaulipas, para documentar múltiples casos de desaparición forzada y dar acompañamiento a las denuncias planteadas por los familiares de las víctimas. Aunque hasta el momento no se ha dado algún pronunciamiento amplio sobre el tema.
Algunas de las víctimas de desaparición y ejecución son:
Kevin Alexander, de 35 años, originario de Honduras, ejecutado extrajudicialmente y encontrado ejecutado y con huellas de tortura.
Hari Hassim Cruz Vázquez, de 25 años, enterrado en una brecha.
Noé Ignacio Alférez Hernández, desaparecido.
Jonathan Ballesteros, desaparecido.
Julio César Viramontes Arredondo, desaparecido.
Edmundo Ramírez Rodríguez, desaparecido.
Edgar de Jesús Pérez Lira, de 26 años de edad, desaparecido.
Andrés Lezama, ejecutado extrajudicialmente.
Tamara Báez, desaparecida.
Glafiro Vázquez Hinojosa, de 21, ejecutado extrajudicialmente y localizado en una brecha
Ángel Ulises García Aguiñaga, de 17 años, encontrado semienterrado en una brecha.
Juan Alberto Guerrero Santos, ejecutado extrajudicialmente y encontrado en una brecha, en los límites entre Tamaulipas y Nuevo León.
Miguel Ángel Ramírez Ruiz, ejecutado extrajudicialmente y sepultado en una brecha a orillas de la carretera federal Monterrey – Colombia.
Margarito Cárdenas, ejecutado extrajudicialmente y sepultado en una brecha a orillas de la carretera federal Monterrey – Colombia.
Víctor Armando Martínez Frausto, de 14 años, desaparecido.
Brandon Eduardo Nevárez García, de 18 años de edad, desparecido.
Adolfo Villegas, 14 años, desaparecido.
Daniel Trejo, desaparecido.
Gabriel Gaspar, desaparecido.
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