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#CésarDuarte entregará otro trozo de #país a las #transnacionales, 'aunque derrame #sangre': #especialistas

Por:  / 11 marzo, 2015
Discriminación, abandono, pobreza, y amenazas de muerte, padecimientos de la comunidad San Elías-Repechike, Chihuahua, opositora de proyecto de gasoducto más grande del país
(11 de marzo, 2015. Revolución TRESPUNTOCERO).- Discriminación, abandono, pobreza, y actualmente amenazas de muerte, son padecimientos constantes en San Elías-Repechike, comunidad que se ubica en la Sierra Tarahumara de Chihuahua, cuya población pertenece a la etnia Rarámuri, habitada por 66 familias.
Luis Javier Pérez líder indígena afirma “hemos sido amenazados de muerte por parte del personal de la empresa Trans Canadá, quienes intentan construir el paso de un gasoducto. Desde que conocimos los planes de la empresa, en contubernio con César Duarte, a quien solamente le importa hacer dinero, aunque derrame sangre, nos opusimos e iniciamos la resistencia, pero la compañía nos dijo que ellos tienen otras formas de arreglar el conflicto y que nos fuéramos con cuidado”.
Y agrega “nuestra comunidad tiene miedo, porque quieren enviar sicarios, con tal de que cedamos y permitamos que no sólo invadan nuestras tierras, sino que también dañen nuestro territorio, nos despojen de él o lo contaminen provocándonos enfermedades que nos lleven a la muerte”.
Dicha comunidad rechaza el gasoducto, principalmente porque destruiría el bosque, los aguajes y la zona para la siembra de maíz, frijol y las áreas donde se alimentan los animales, además de esto, a los pobladores se les negaría el libre tránsito, porque les quitarían 2.5 kilómetros de cada lado del gasoducto y alrededor de 7 kilómetros de largo.
La reacción del gobernador fue el despliegue de una campaña en contra de San Elías-Repechike. César Duarte afirmó de forma constante “se oponen al desarrollo y además lucran con el amparo”, “dicha comunidad provocará la pérdida de muchos empleos” y “se van a perder 200 millones de pesos previstos para esa obra”. “Cuando Duarte se percató que podría perder contra los Rarámuris, decidió golpear a las partes defensoras, fue así como intimidó a las ONG’S que aún apoyan a la comunidad, e interpuso investigaciones y quejas a quienes llevaban el caso”, afirma Cisneros.
En 2014, César Duarte Jáquez, dio inicio a una serie de reuniones con los directivos de la empresa TransCanadá, cuyo propósito fue la presentación del proyecto de creación del Centro Nacional de Adiestramiento y Capacitación para el Manejo de Gasoductos, órgano cuya función es la preparación de más de 135 mil técnicos e ingenieros, que buscan operar infraestructura entre los años 2015 y 2018.
“El gobernador César Duarte ha sido uno de los principales promotores de los abusos y atropellos a la etnia Rarámuri, en busca de un desarrollo económico, que lejos de beneficiarle al estado, no sólo lo perjudicaría en temas ambientales y de salud, sino también entregaría otro trozo de país a las transnacionales”, afirma la investigadora social Alba Cisneros.
Duarte también anunció el año pasado, que Chihuahua realizaría una inversión de 28 millones de pesos, que se aplicarían en el desarrollo del que será el sistema de gasoductos más grande del país, cuyo combustible abastecerá 7 plantas generadoras de energía, además de que tendrá un impacto directo en el precio que pagan los habitantes por el combustible, el cual será más barato. Esta declaración fue respaldada por el secretario de Energía, Pedro Joaquín Coldwell, quien firmó un acuerdo entre el gobierno del Estado y la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
En aquella reunión Coldwell afirmó que Chihuahua se convertiría en el segundo territorio con mayor capacidad de transporte de gas natural en el país, e inversión extranjera en actividades mineras, forestales, ganaderas, agrícolas e industriales.
César Duarte, poco después de afianzar convenios con empresas canadienses, dio paso a reuniones con las compañías inglesas, especializadas en construcción y desarrollo de gasoductos, las cuales analizan la realización de inversiones en el territorio estatal.
Dichos proyectos son respaldados también por el director de Petróleos Mexicanos (PEMEX), Emilio Lozoya Austin, quien afirma que “las inversiones en exploración de gas Shale, representan un beneficio directo para Chihuahua”.
Miguel Ángel Barreyra, especialista en petróleo y gas natural, asegura “las etnias que se oponen a los proyectos de gasoductos no están erradas. Las tuberías que forman parte de dicha construcción son sostenidas por tierra, sin estructura alguna, provocando así un peligro inminente”.
Al mismo tiempo agrega “cualquier tubería de combustible tiene un riesgo alto con respecto a explosiones, ahora con un gasoducto es un peligro inminente, al situarse bajo comunidades pobladas con resultados devastadores. Las ventajas y maravillas de las que hablan sobre el gas natural, quedan muy por debajo de la realidad, ya que es más explosivo y su impacto ya ha sido comprobado, cuando un ducto que ya no operaba generó la acumulación de gas metano en el sótano de Pemex, y después de la explosión, el saldo fue de 31 muertos y 47 heridos”.
“En otros países a los gasoductos les llaman la Vía de la Muerte, porque atraviesan poblaciones, bosques, ríos y animales, manteniendo peligro, principalmente con la existencia de sismos. El gasoducto pasa por cuatro municipios serranos y afecta a por lo menos 341 comunidades indígenas. La vida de todos esos seres humanos está en un riesgo absolutamente evitable”, afirma Barreyra.
Aunque la comunidad San Elías-Repechike ha manifestado su inconformidad desde marzo de 2014, por escrito y por la vía de la protesta, buscando una reunión con representantes estatales, federales y con la empresa, para dialogar el cambio de ruta del gasoducto, no han recibido respuesta alguna.
“En varias ocasiones se ha pedido una consulta que al parecer podría por fin llevarse a cabo, en donde se externará el desacuerdo que existe con respecto a la construcción de dicho gasoducto, aunque también existe el problema de haber desechado el amparo de los pobladores, buscando que el gasoducto sea una realidad. Duarte recibirá grandes ganancias, la mayoría provenientes de acuerdos con las empresas sobre la concesión del proyecto, lo que significa corrupción, principal característica de Duarte”, puntualiza Cisneros.
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